Exposición de las pantallas y el uso prolongado
La pronta exposición a las pantallas y el uso prolongado de estas, desde edades tempranas, es algo que cada vez preocupa más a la comunidad educativa. Hay diversos estudios que correlacionan una exposición temprana y prolongada a las pantallas con un peor desarrollo lingüístico y cognitivo. Además, relacionan un uso excesivo de pantallas con un retraso del lenguaje, así como de un vocabulario más pobre y de dificultades de expresión.
“Dar un móvil a un niño de 9 años sin límite de horario es como entrar en un Ferrari sin carnet de conducir y a 200 kilómetros por hora”
Directora de la AEPD, Mar España Martí.
Por ello, la American Academy of Pediatrics (AAP) publica nuevas recomendaciones para el consumo de pantallas en los niños, ya que el abuso de estas puede poner en peligro un desarrollo sano. La AAP sostiene entre sus recomendaciones que:
- 0 – 2 años: Nada de pantallas
- 2 – 5 años: Entre media y una hora al día. Los padres deben ver el contenido mediático junto con sus niños para ayudarlos a entender los que están viendo y aplicarlo al mundo que los rodea.
- 7 – 12 años: una hora con un adulto delante. Nunca en horas de comidas y antes de ir a dormir. Los padres deben establecer límites coherentes sobre el tiempo y el tipo de contenido que usan
- 12 – 15 años: Una hora y media. Mucho cuidado con las redes sociales. Tener zonas libres de pantallas en el hogar, tales como las habitaciones. Siempre estableciendo unos horarios para su uso.
- Más de 16 años: Dos horas. Los dormitorios no deben tener pantallas. Esta es la edad más complicada, ya que últimamente todas las relaciones sociales, los juegos… se centran en las pantallas. Los adolescentes cada vez tienen menos herramientas de comunicación y sociabilización.
En todas las edades debe evitarse el uso de pantallas una hora antes de ir a dormir, en horas de la comida. Es muy recomendable marcar un «tiempo en familia» en el que ningún miembro de la familia los usa (podría ser los fines de semana por la mañana, la hora antes de ir al colegio..). Evitar el uso de pantallas mientras se hacen tareas escolares, esto reduce notablemente la atención y genera problemas atencionales y las funciones ejecutivas.
El tipo de contenido según la Edad
Debemos ajustar el contenido a la edad de nuestros hijos, que sean programas de calidad, que inculquen valores, libres de violencia… Este contenido debemos seleccionarlo nosotros, esto implica tiempo, algo que últimamente nos falla mucho… Pero los menores no deben nunca ser ellos quienes descarguen el contenido.
Para ayudaros en esta labor tenéis aplicaciones como Common Sense Media, donde podréis contrastar información. Ver juntos contenido, podemos mediar, decir que está bien o está mal. Estamos promoviendo la comunicación e interacción.
La gestión que hagamos los primeros tres o cuatro años de edad nos va a ayudar mucho a que sepan y entiendan unas normas básicas y les demos herramientas que les serán de gran utilidad para su educación y desarrollo como personas.
Valorar el uso desde cómo son vuestros hijos, teniendo en cuenta tres factores:
- El tiempo que dedica a estar con el dispositivo
- El tipo de respuesta que da cuando está separado de él
- Cómo afecta su uso al resto de áreas (sueño, comida… )
Os recomendamos la web EMPANTALLADOS. Hacen una magnífica labor y podéis encontrar recomendaciones específicas en función de la edad y necesidades del usuario.
Recordar que en D-letras tenemos un servicio de asesoría online donde podemos ayudaros a gestionar problemas con las pantallas (conducta, adicción a las pantallas, entre otros)
Autor:
Psicopedagoga y Maestra AL
