Como trabajar la capacidad de espera desde casa

Antes de empezar a enumerar los beneficios que tiene la Capacidad de espera en los niños,  en D-Letras queremos invitaros a reflexionar: ¿Soy una persona paciente? ¿Cuándo estoy en una cola soy capaz de esperar mi turno de forma tranquila o me impaciento? ¿Si voy andando rápido y tengo alguien…

Antes de empezar a enumerar los beneficios que tiene la Capacidad de espera en los niños,  en D-Letras queremos invitaros a reflexionar:

¿Soy una persona paciente?

¿Cuándo estoy en una cola soy capaz de esperar mi turno de forma tranquila o me impaciento?

¿Si voy andando rápido y tengo alguien delante que va muy despacio, me freno sin mirarle mal o le adelanto y suspiro?

¿Qué hago cuando tengo un coche delante que no responde cómo yo deseo?

Bien… una vez respondidas estas preguntas quiero que pienses en los beneficios que puede tener la capacidad de espera en tu hijo/a y qué puedes hacer para ayudarlo, ¿se te ocurre algo?

La capacidad de espera en los más pequeños es el gran reto de los padres como educadores. Suele derivar en frustración, llantos y rabietas. Cuando un peque quiere algo, lo quiere para ya, no saben demorar la recompensa.

Esto es algo evolutivo. No tienen desarrollada la capacidad de espera porque aún no entienden las nociones temporales, no tienen desarrolladas las funciones ejecutivas… pero es algo que debemos ir entrenando con paciencia, ya que no siempre deben ni van a conseguir lo que quieran o necesiten.

“Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, y las molestias o incomodidades que puedan causarnos”

Equipo del hospital infantil Sant Joan de Déu de Barcelona.

 

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA TRABAJAR LA CAPACIDAD DE ESPERA?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que nosotros, los adultos, somos su modelo. No podemos pedirles a nuestros hijos que sepan esperar si nosotros perdemos la paciencia o los papeles ante diferentes adversidades.

No somos máquinas, por lo que si esto ocurre, lo mejor que podemos hacer es pedir perdón, verbalizar qué se ha hecho mal y qué puedo hacer la próxima vez. De este modo, estaremos dando un gran ejemplo a nuestros hijos.

Es probable que ante una situación similar, imite nuestro comportamiento. No pienses nunca que son muy pequeños para hacer esto.

Los niños aprenden mucho mejor a través del juego. Aprovechar esos momentos para enseñarles a respetar el turno. “Me toca a mí, luego tú…”

Cuando te pida algo, por ejemplo una mandarina a la hora de merendar, decirle “espera un minuto” e ir alargando un poco ese tiempo. Importante enseñarles y trabajar la palabra “paciencia”.

Intentar respetar los turnos de palabra, esto es algo realmente complicado porque entre los 2-3 años los niños están aprendiendo mucho vocabulario, empiezan a construir oraciones y tienen ganas, muchas ganas de comunicarse.

Es la “fase explosiva del lenguaje” por lo que respetar el turno de palabra es algo muy muy complicado, pero de nuevo, algo que podemos entrenar. Es fácil caer en el grito “¡espera, que estoy hablando!”, recuerda ser paciente si quieres que tu hijo lo sea.

Cuando vayas a entrar en una tienda, anticipar que va a ver muchas cosas que va a querer pero sólo vais a comprar X. Cuando entre en la tienda verá muchas cosas que querrá y tendrás que explicarle de nuevo que sólo vais a por X.

Es probable que las primeras veces acabe en pataleta pero es un aprendizaje muy potente el que estáis enseñando. Si finalmente le acabas comprando lo que te pida, le estás enseñando que podrá conseguir lo que quiera llorando.

Intentar forzar situaciones en las que deba esperar. Por ejemplo, puedes llevarle al supermercado todos los días a comprar el pan o fruta… que espere la cola, que el ponga la compra en la cinta…

Es imprescindible que refuerces de manera positiva cada paso que da. Intenta no reforzar sólo el producto final, sino todo lo que ha hecho para llegar a conseguir su meta.

La capacidad de espera tiene muchos BENEFICIOS:

  • Mejor capacidad para tomar decisiones.
  • Fortalece el autocontrol y la resolución de problemas.
  • Fomenta relaciones interpersonales más empáticas.
  • Reduce el estrés.
  • Promueve la persistencia y la planificación.

Si tienes cualquier duda puedes consultarnos, recuerda que tenemos un servicio de asesoría online en el que podemos atenderos de forma inmediata. 

Autor: Cristina Martínez Carrero

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