Nuestros mayores, necesarios para el mundo

Hoy voy a contaros como es nuestro trabajo en D-Letras con las residencias de ancianos y lo mucho que ha supuesto en nuestras vidas. Llegamos hasta este colectivo por la cercanía que encontrábamos en algunos aspectos del comportamiento y el desarrollo de ambos. Al empezar a trabajar con ellos áreas…

Hoy voy a contaros como es nuestro trabajo en D-Letras con las residencias de ancianos y lo mucho que ha supuesto en nuestras vidas. Llegamos hasta este colectivo por la cercanía que encontrábamos en algunos aspectos del comportamiento y el desarrollo de ambos.

Al empezar a trabajar con ellos áreas cognitivas y de lenguaje nos fuimos dando cuenta que funcionaban muchas de las estrategias que utilizábamos con nuestros niños. Según avanzábamos en el tratamiento y disfrutábamos de ello, nos dimos cuenta que nuestra forma de trabajar les ayudaba mucho.

Utilizábamos lo que se nos daba bien; el juego, la sonrisa, los mimos, la motivación, la sorpresa. Seguíamos unas rutinas muy marcadas y creábamos un entorno seguro para favorecer desde ahí la estimulación al máximo de las capacidades que fuésemos encontrando.

Han sido unos años muy bonitos y hoy podemos hablar de pautas, actividades, juegos y actitudes que favorecen el desarrollo de nuestros mayores.

Estrategias para el desarrollo óptimo en residencias de ancianos

Por eso hoy me he lanzado a escribir en unas líneas algunas de las cosas que necesitan nuestros mayores y cómo podemos ayudar en su desarrollo óptimo.

Amor desmesurado

En toda su expresión. Necesitan ser tocados, besados, ser elogiados con palabras de amor, con expresiones de querer. Diminutivos afectivos, caricias constantes, como los enamorados. Así se hace y se generan nuevas conexiones neuronales donde parecía estar todo dormido. Aparecen las sonrisas, las ganas en ellos de besarnos, de sonreírnos.

Contacto con el mundo exterior

Salidas al exterior, contacto con la naturaleza y con el medio de la ciudad y entorno que les rodea. Calles, cafeterías, tiendas…Todo eso cotidiano que les acerca y contacta con el mundo que les rodea. Eso ayuda a su ubicación espacio temporal, a su interacción con el medio social y a su desarrollo como ser humano social que somos.

Estimulación sensorial y motriz

La música, la expresión corporal, el tacto, los masajes, el gusto…Todas las actividades encaminadas a llamar a estos sentidos se vuelven necesarias y muy enriquecedoras. Buscar el tono del cuerpo con distintos ejercicios y lo mismo con el resto de sentidos, tenemos que activar todo.

Recuerdos y más recuerdos

Necesitamos conocer sus vidas, adentrarnos en ellas como si fuese una película y buscar a esos protagonistas para llevarles a que nos cuenten todas esas vidas bonitas. Que nos enseñen todo lo que han pasado, lo que han sentido. Son necesarias sus familias, sus fotografías, su historia escrita…Tenemos que conocer todo para poder recorrer con ellos este camino hacía el recuerdo como potenciador de sus capacidades.

Juegos y estimulación cognitiva

Todo ejercicio y entrenamiento de aspectos como la percepción visual, percepción auditiva, atención y memoria son requisitos necesarios del día a día. Necesitan estímulos constantes que ayuden a ese ejercicio mental.

Estimulación específica del lenguaje

En sentido amplio es necesario dar a este aspecto un lugar especial en el funcionamiento de nuestros mayores. Pensamiento y lenguaje unidos en uno y lenguaje como medio de comunicación con el entorno social. Es de prioridad absoluta trabajar este aspecto de manera muy exhaustiva. Es necesario que sigan desarrollando su pensamiento para sentirse vivos. Y es imprescindible que puedan hacerse entender y poder comunicar lo que necesitan y lo que desean.

Todos estos aspectos son los más importantes en nuestro trabajo diario con ellos.

Claves para fomentar el bienestar emocional y cognitivo en personas mayores

No quería dejar de expresar en este artículo la gran ventaja de trabajar con personas mayores. Lo que nos han ido enseñando estos años y lo que siguen haciendo día a día.

Es sorprendente el cambio que producen en nosotros y lo mucho que el mundo necesita de ellos. Nos dan esa templanza, esa sabiduría y ese sosiego que tanto buscamos en nuestro día a día. La paz que nos trasmiten y el juicio que emiten ante determinadas situaciones nos ponen de manifiesto lo mucho que necesitamos de esta ciencia, ciencia de la experiencia vivida y de la distancia en la mirada hacia las cosas. Qué importantes, qué necesarios, qué bueno el tiempo con ellos, que bonita la mirada de ellos, qué regalo su compañía y su remanso.

Gracias mayores por ser nuestro faro y nuestra guía, por ofrecernos consuelo y sosiego.

Dejadnos ver entre tanto bullicio lo que realmente importa y ayudarnos a favorecer el estar cada vez más tiempo a vuestro lado, no dejaros en el olvido.

Ana Del Campo Pérez

Psicóloga y Maestra en audición y lenguaje

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