Todos Conocemos o Hemos Oído Hablar Sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Es un trastorno con muchos años de investigación, con grandes profesionales que intentan no sólo detectarlo, sino también ayudar en la vida escolar, académica, personal y laboral. Se ha convertido en uno de los trastornos más estudiados en medicina y psicología.
Cada vez encontramos más casos de TDAH, quizá porque disponemos de más herramientas diagnósticas y de más profesionales especializados en este campo. Como profesional, sinceramente, creo que hay un sobrediagnóstico.
Es cierto que todos los profesionales de educación vemos que los jóvenes cada vez tienen una atención más lábil y cierta tendencia a la impulsividad, a querer obtener rápidamente lo que necesitan o desean. Esto me lleva a plantearme ¿Qué está pasando?
Bien, dicho esto, en D-letras queremos invitaros a reflexionar sobre el mundo en el que vivimos. Cada vez, niños y adultos, tenemos menos paciencia, menos capacidad de espera, quizá porque ahora mismo vivimos en el mundo de la inmediatez, donde todo tiene que ser aquí y ahora.
Esto es lo que están aprendiendo ahora nuestros niños y adolescentes. Simplemente, el hecho de estar tan pegados a las pantallas, está propiciando esta atención tan lábil y un peor desarrollo de las funciones ejecutivas. Las pantallas hacen que todo sea inmediato: un mensaje, enviar un email, comprar un producto…
¿En que se traduce esto en el plano neurológico?
El cerebro se sobrecarga de información, la exposición constante a estímulos visuales y auditivos dificulta la concentración, sobre todo en tareas más complejas. Esto puede tener un impacto en el rendimiento académico, la capacidad de resolución de problemas y el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico.
También influye enormemente el tipo de educación que reciben en casa; Las normas y los límites, cómo somos nosotros en nuestro día a día… son muchos los factores que pueden influir en el desarrollo cognitivo de nuestros hijos, tanto a nivel ambiental como emocional.
El diagnóstico de TDAH
Este es un diagnóstico complejo y clínico. No hay una prueba específica que nos diga si un niño tiene o no tiene TDAH. Para poder establecer este diagnóstico es imprescindible hacer una entrevista con los padres, recoger información del ámbito educativo y realizar una exploración exhaustiva al niño donde se pasarán los cuestionarios y pruebas estandarizadas necesarias según su edad.
Es el neurólogo o neuropediatra quien determina si los datos recogidos en la evaluación son compatibles con un TDAH o no lo son. En muchas ocasiones el neurólogo realiza pruebas complementarias como electroencefalograma, potenciales cognitivos, resonancia, analíticas… para descartar otras patologías que estén asociadas.
Recordar que no todos tienen que ser hiperactivos, se habla incorrectamente de una manera genérica sobre la hiperactividad.
Existen tres subtipos de TDAH:
- Tipo con predominio del déficit de atención.
- Tipo con predominio de la impulsividad-hiperactividad.
- Tipo combinado, donde predominan tanto síntomas de desatención como de impulsividad-hiperactividad.
¿Pero qué pasa, que ahora todos los niños son TDAH?
No, cada vez vemos más características similares que podrían ser compatibles con este diagnóstico por todo lo comentado anteriormente. Es importante poder diferenciar si tu hijo/a tiene este trastorno.
Si tienes dudas en D-letras psicología y logopedia hacemos evaluaciones diagnósticas. En muchas otras ocasiones, estableciendo pautas familiares hemos mejorado los procesos atencionales y las funciones ejecutivas de los niños. Si tienes recuerda que tenemos un servicio de asesoría online donde podremos escuchar vuestro caso y ayudaros a resolver todas vuestras dudas.
Autor:
Psicopedagoga y Maestra AL
